Una adolescente (Saoirse Ronan) entrenada por su padre (Eric Bana), un ex agente de la CIA, para ser un soldado casi imbatible. Esa es Hanna.
Ella no tiene nada en común con cualquier persona de su edad. Hasta los dieciséis años, vivió en una cabaña en el frío de Finlandia junto a su padre. Entrenando. Aprendiendo. Preparándose. Hasta que llega el día en que tiene que salir al mundo -que no conoce y al que debe aprender a adaptarse- y enfrentar al destino para el que fue entrenada. Usando todo lo que su padre le enseñó, Hanna deberá escapar de la persecusión de agentes enviados por una espía (Cate Blanchett) que la quiere muerta.
El director Joe Wright (que ya había trabajado con Ronan en Atonement) logra un thriller combinado con mucha acción atractivo para quién guste de ambos géneros y para quién se deje atrapar.
Las actuaciones son de buenas a muy buenas en y en Saoirse Ronan se encuentra a una protagonista que va como anillo al dedo.
La música esta a cargo de The Chemical Brothers, y tiene mucha presencia la película, siendo de mucha ayuda para generar los distintos climas que se presentan.
Para mencionar: aunque no es extensa (112 minutos), tal vez la historia termina pareciendo un poco larga. Pero no es nada grave. Así que, si tenés pochoclos y gaseosa, Hanna es muy recomendable.
Adapt or die.